miércoles, 13 de febrero de 2013

Dear love



Contigo aprendí que el amor se encuentra en cualquier sitio, en cualquier momento, en cualquier ser humano. El amor no toma en cuenta los detalles, al amor no le importan las diferencias. No se preocupa por la distancia, los idiomas, las religiones, el sexo o las razas. El amor simplemente aparece, florece de la nada y uno se vuelve loco cuando pasa. De repente queremos expresarnos, queremos sentirnos cerca de la otra persona, queremos también ser correspondidos, ser amados. El amor a veces es ciego, es despiadado y nos lastima. Pero el mundo entero sabe que el amor lo es todo, el amor siempre nos salva.
Y Nicholas, ¿cuantas veces me salvaste? Estando lejos, ni si quiera conociéndome. Pero me has levantado cada vez que he caído. Simplemente sentía que tenía una razón para seguir adelante. Antes tal vez era más soñadora, y llegue a creer que lo nuestro era posible. Pero ahora, ahora uno toma dimensión de las cosas, se da cuenta que estaba equivocado. Y solo deje de esa ilusión a un lado, pero el amor nunca se va.
¿Olvidarte? Nunca. Si estuviste tanto a mi lado más que otras personas cercanas. No te imaginas cuantas veces cerraba los ojos, los cerraba bien fuerte, respiraba, escuchaba tu voz, y me sentía en tus brazos. ¿Loca? No, no estoy loca. Supongo que enamorada, o loca de amor en todo caso. Y fueron mucho más las veces que lloré, lloré de impotencia. Derraba mares de lágrimas mirando tus fotos, tus vídeos, escuchando tu música. Preguntando en mi mente ¿Por qué no puedo ser algo más? ¿Por qué no puedo tenerte cerca? ¿Por qué esto es imposible? ¿Por qué? ¡No quiero que esto sea imposible! ¡Quiero que aparezcas! ¡Quiero que estés acá! ¡Quiero que me ames al menos la mitad de lo que yo lo hago! Nunca pasará.
A veces cuando ya no resisto, no encuentro otro remedio que imaginar, crear lo que más deseo en mi cabeza. Y nos veo a los dos ahí, juntos. Veo tu mano amarrada a la mía, paseándome por las calles con orgullo. Te veo a ti observándome con amor, con mucho amor. Y ahí estoy yo, sonriendo embobada ante tus ojos. Pero no es más que un deseo, algo que se desvanece cuando me toca volver a la realidad.
Pero no todo lo que tengo es malo. El amor me llevo a hacer locuras, locuras de las cuales estoy increíblemente orgullosa. ¿Una? Bueno, cuando te vi por primera vez, y corrí hacia a ti sin pensar en nada más. Cuando mis ojos se quedaron fijos en tu rostro, te sonreí, me sonreíste. Y estire los brazos buscando abrazarte, y me correspondiste. Te sentí rodeándome con tus brazos, haciendo contacto con tu piel suave, casi de terciopelo. ¡Todavía vivo feliz por ese recuerdo! Si fuiste como un ángel, mi ángel. Tu luz ilumino mi mundo cuando más lo necesité. Me diste el mejor momento de mi vida. Y aunque tu solamente me ames como a una fanática obsesionada más, yo puedo jurar que te amé, te amo, y te amaré siempre. No importa lo que pase. Ese día el amor ya no cabía en mi cuerpo, todo exploto porque por primera vez estábamos cerca. Comprobé que los sueños se hacen realidad, pero solamente si hay amor de por medio.
Porque el amor siempre es más fuerte.




No hay comentarios:

Publicar un comentario