domingo, 13 de noviembre de 2011

No se puede dedicar al alma a acumular intentos.


No, no intentes disculparte, no juegues a insistir. Las excusas ya existían antes de ti. No, no me mires como antes, no hables en plural. La retórica es tu arma más letal.

Voy a pedirte que no vuelvas más, siento que me dueles todavía aquí… adentro. Y que a tu edad sepas bien lo que es, romperle el corazón a alguien así.

No se puede vivir con tanto veneno. La esperanza que me ha dado amor, no me la dio más nadie, te juro, no miento.

No se puede vivir con tanto veneno, no se puede dedicar al alma a acumular intentos, pesa más la rabia que el cemento.

Espero que no esperes que te espere, después de mis 26, la paciencia se me ha ido hasta los pies. Y voy deshojando margaritas, y mirando sin mirar, para ver si así te irritas y te vas.

Voy a pedirte que no vuelvas más, siento que me dueles todavía aquí… adentro. Y que a tu edad sepas bien lo que es, romperle el corazón a alguien así.

No se puede vivir con tanto veneno. La esperanza que me ha dado amor, no me la dio más nadie, te juro, no miento.

No se puede vivir con tanto veneno, no se puede dedicar al alma a acumular intentos, pesa más la rabia que el cemento.

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